El estado anímico y la infertilidad

Al llegar a una determinada edad, o tras varios años en común, hay parejas que deciden que ha llegado el momento dar un paso más y de tener un hijo. El proceso de fecundación no es matemático y cada persona, cada pareja, necesita un determinado tiempo para tener un bebé. La mejor forma de saber si es posible  un embarazo, es realizar un estudio completo en un centro especializado, como la clínica Ginefiv.

Cuando después de un periodo aproximado de un año, la concepción no se produce, es el momento de empezar a pensar que hay algo que impide que esta no llegue.  Si se ha realizado un estudio para descartar problemas comunes, puede que la razón no sea algo físico, sino algo relacionado con la salud mental.

El estrés y el embarazo

El estrés es una de las enfermedades más comunes de nuestra sociedad, y puede afectar a distintos aspectos de la vida, entre ellos, la reproducción. Un estrés severo puede alterar el ciclo menstrual en las mujeres, e incluso impedirlo. El estrés en los hombres reduce la cantidad y la calidad del semen.

En algunas ocasiones, un diagnóstico de estado de estrés y un ritmo de vida más tranquilo pueden ser suficientes para que el embarazo se produzca.

Problemas psicológicos asociados con la infertilidad

Pero los problemas de salud mental no siempre son causa de la ausencia de fecundación. Es muy común que personas con una buena salud mental, sufran episodios de depresión o ansiedad tras varios meses sin embarazo.

En estos casos, el miedo a la infertilidad o a la esterilidad, certificada o no por un análisis, puede interferir en distintos aspectos de la vida.

En la clínica Ginefiv son conscientes de la estrecha relación que existe entre el proceso de fecundación y la salud mental, por ello, este centro dispone de una unidad de apoyo psicológica especializada en salud mental y reproducción asistida.